
La Cooperativa de Hotelería el Albergo Ético lucha por reabrir sus puertas. Crédito: Vía País
En la localidad de Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba, la Cooperativa de Hotelería y Turismo Albergo Ético Argentina es la primera en el mundo integrada por chicos con síndrome de down y discapacidades intelectuales. Pelea por volver a abrir sus puertas.
Como es de público conocimiento, son días difíciles los que atraviesa el país en el marco de la pandemia de coronavirus con la llegada de una nueva ola de contagios que obligó a las autoridades tomar distintas restricciones como el cierre de algunas actividades de las no consideradas esenciales.
Una de ellas es el turismo y todos sus derivados, como los complejos hoteleros. Muchas empresas de este sector son de las más castigadas por la pandemia ya que en su gran mayoría no pueden abrir sus puertas desde marzo del 2020.
Un ejemplo es el de la Cooperativa de Hotelería y Turismo el Albergo Ético Argentina, ubicada en la localidad de Villa Carlos Paz y que está compuesta por jóvenes con síndrome de down y discapacidades intelectuales.
El proyecto se inició por gestión de la Fundación Upi y su presidenta Lucía Torres allá por marzo del 2019, y por las consecuencias de fuerza mayor de esta pandemia el hotel tuvo que cerrar sus puertas durante el mes de abril del 2021.
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En diálogo con el medio local “Vía País”, la propia Lucía Torres contó detalles sobre la actualidad de la entidad. “En el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) nos dijeron que de turismo y hotelería era la primera en el país. Hay algunas otras conformadas pero en otros rubros. Lo que es hotelería y turismo es la primera en el país”
“Los acompaño un tramo más con el tema de la autonomía e independencia, pero no intervengo para nada en la conformación ni en el control, ni nada de lo que sea la cooperativa”, agregó.
“Se está buscando un espacio propio, ya sea una casona abandonada que esté para reciclar, un hotel que nos puedan dar en comodato. El tema es que ya basados en la experiencia de lo que nos ha pasado, hasta en tanto y en cuanto la actividad turística no se active nuevamente, es como difícil sostener gastos fijos si no hay ingresos, entonces lo ideal sería, por ejemplo, un comodato a cinco años o un lugar que esté semidestruido para poder reciclarlo”.