
Una cooperativa conformada por presos realiza hostias para el Papa Francisco.
Las tareas son llevadas a cabo por los internos de la Unidad Penal 3 de San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, con un fuerte acompañamiento del padre Damián Vidano.
En la cárcel, los reclusos fabrican, en tres talleres distintos, bolsas biodegradables, pelotas de fútbol y unas 20 mil hostias por semana. Algunas se reparten en iglesias de la ciudad y otras son enviadas al Vaticano en encomiendas, para que el Papa Francisco las utilice en las misas que brinda en la capilla Santa Marta. Justamente, fue Vidano quien hizo de nexo entre la unidad penal y el Sumo Pontífice.
Durante las últimas dos semanas la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA), a través de su presidente Cristian Horton, acompañó a los integrantes de las entidades solidarias en la conformación técnico-legal, y en la capacitación para organizarse como dos cooperativas y una mutual, en la cual también estuvieran integradas la Iglesia, la comunidad y otros actores.