A dos meses de su llegada al INAES, anticipa que prepara un sistema de créditos no bancarios, explica el perfil que quiere para su gestión y los planes que tiene para hacer frente a la crisis.
El presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Alexandre Roig, brindó una entrevista al medio Tiempo Argentino donde habló sobre los objetivos que tiene para su gestión dentro del organismo nacional. "Los planes sociales no llegan ni a un cinco por ciento del total de quienes no están en relación de dependencia, pero nosotros queremos que se conviertan en planes de trabajo", aseguró.
-¿Cómo se explica que un sector tan golpeado pueda ser un motor para salir de la crisis?
–¿Qué medidas planea tomar para darle esa centralidad al movimiento?
–Tenemos que contribuir a reconstruir y fortalecer el tejido productivo. La primera política es facilitar el proceso de matriculación. Ningún empresario avanzaría sin antes tener conformada la sociedad anónima y cada cooperativa necesita su matrícula. Es el pilar del derecho a la producción. Lo segundo tiene que ver con recursos bajo forma de crédito. En una situación de crisis económica y con un país endeudado por el gobierno anterior, hay un límite en la captación del excedente fiscal que está restringido. Además, venimos de dos conflictos políticos por razones fiscales durante el kirchnerismo, la 125 y el Impuesto a las Ganancias, donde la disputa por el excedente del capital fue una disputa bajo forma fiscal.
–¿Ve otras formas de disputar ese excedente?
–¿Cómo lo haría?
–¿Sería un sistema nuevo?
–El sistema bancario se rige en función de los criterios de Basilea y nosotros tenemos que armar un criterio financiero para la producción acorde con las realidades del cooperativismo y de un sector pyme.
–¿Cómo sería sin bancos de por medio?
–Queremos armar fondos productivos, como algunos de los creados en la gestión de Mario Cafiero. Tenemos que elevarlos y permitir un acceso a través de fondos fiduciarios. A la vez, necesitamos generar un dispositivo de autorregulación del sistema crediticio cooperativo y mutual que permita dar la garantía de un buen funcionamiento. Es para el cooperativismo y el mutualismo, pero también para el conjunto del sector productivo. Orientar el crédito hacia la producción es otra forma de intervenir en los procesos productivos.
–¿Cómo conviven los fondos fiduciarios con los subsidios?
–En la medida de lo posible, los subsidios tienen que ir mucho más a la promoción de las cooperativas que recién se organizan o nacen, o para situaciones de crisis. Lo normal tiene que ser el crédito. Es la gran herramienta productiva. Un sistema financiero no bancario es lo que permite construir un crédito propio y confiable en el sistema cooperativo y mutual. Tenemos que ir a una sociedad cada vez menos subsidiada, donde el Estado crea y se enfoque cada vez más en los sectores productivos.
–La pandemia puso a prueba la capacidad de sobrevivir de las cooperativas, ¿se ha contabilizado la cantidad de cierres?
–¿Qué dimensión tendría el nuevo sistema de crédito?
–¿Cuál es el plan para afrontar la incertidumbre generada por el vencimiento del decreto de desalojos?
–Dos grandes reclamos de las cooperativas son su inclusión en el sistema de ART y la seguridad social. ¿Los tomará desde su gestión?
–Nuestra agenda incluye el tema de las ART. La propuesta del Ministerio de Trabajo es interesante y nos permite avanzar con la universalización. Creo que van a ser incluidas este año. Siempre es más difícil resolver problemas estructurales en medio de una crisis. Hay demandas reales, que requieren un análisis de fondo y en momentos de crisis son más complejas. La cuestión previsional es un gran problema del sistema en su conjunto. Después del crédito a la producción, nuestra principal preocupación va a ser desarrollar un sistema de seguridad para el cooperativismo y el mutualismo.
Te puede interesar:
–¿A cuántos cooperativistas abarcaría?
El debate en el sector
Fuente: Tiempo Argentino.