La Coordinadora del Departamento de Educación de Agricultores Federados Argentinos (AFA), Florencia Doná, fue una de las destacadas oradoras en la reciente Reunión General de Mujeres de AFA, realizada en el Centro Español.
En una entrevista con Mundo Cooperativo, Doná compartió detalles sobre el evento y la importancia del rol social de las mujeres en la cooperativa.
El encuentro, celebrado el pasado martes por la mañana en un abarrotado Salón Rojo del Centro Español, contó con la participación de 115 mujeres representantes de los distintos Centros Primarios de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Este evento, parte de las actividades bimestrales de AFA, reunió a diversos grupos femeninos de distintas localidades, quienes llegaron con gran entusiasmo para participar en las discusiones y planificaciones.
“Las reuniones generales de mujeres se realizan cada dos meses, donde representantes de todos los grupos de Mujeres se congregan para planificar acciones, unificar criterios y participar en espacios de capacitación e integración”, explicó la Licenciada Doná. Estos encuentros no solo permiten la coordinación de acciones, sino también el intercambio de experiencias y la creación de vínculos más fuertes entre las participantes.
Uno de los temas centrales abordados en esta reunión fue el balance social cooperativo, una herramienta esencial para medir y comunicar el impacto social de la cooperativa. “El balance económico se mide con los métodos tradicionales, pero el balance social evalúa si estamos trabajando bien en la faz social, contribuyendo al desarrollo sostenible de las comunidades y respetando la democracia cooperativa”, señaló Doná. Este balance, que AFA realiza desde hace 20 años, no es obligatorio, pero se ha convertido en una práctica clave para la toma de decisiones y la mejora continua de las acciones sociales de la cooperativa.
Cada grupo de mujeres de AFA trabaja en función de las necesidades específicas de su localidad, actuando como un nexo vital entre la cooperativa y la comunidad. “Cada localidad tiene sus particularidades, pero todas las mujeres, además de capacitarse y trabajar juntas, cumplen la función fundamental de ser el vínculo social de la cooperativa en la comunidad”, destacó Doná. Los grupos detectan necesidades locales y dirigen acciones y esfuerzos para abordarlas, siempre alineados con los objetivos y la misión de la cooperativa.
Las actividades de estos grupos incluyen desde campañas de prevención del consumo de drogas hasta diversas iniciativas solidarias. “Cada mujer conoce su territorio y su grupo, y la idea es que sean un poco la pata social de la cooperativa dentro de la comunidad”, afirmó Doná.
Para concluir, Florencia Doná reafirmó el compromiso de AFA con el desarrollo comunitario. “AFA es parte de la comunidad y está comprometida con su desarrollo. Esto también forma parte de nuestra capacitación y de ponernos de acuerdo para fijar líneas de acción, porque ese es nuestro compromiso para hacer un aporte significativo hacia la comunidad”.