“Tenemos momentos buenos y otros de mucha dificultad, porque la alegría del pobre parece que dura poco”
En un recóndito rincón de Misiones, en la región norte de la mesopotamia argentina, una historia de esfuerzo y superación emerge entre las verdes colinas y la exuberante vegetación. Se trata de la Cooperativa Sarandí, una iniciativa que ha desafiado las adversidades para convertirse en un pilar fundamental de la producción láctea en la provincia.
En el marco del Primer Encuentro de Mujeres Rurales en Todo Láctea 2024, Cristina Silva, una de las protagonistas de esta epopeya, compartió la trayectoria de la cooperativa ante una audiencia ávida de experiencias inspiradoras. Acompañada por la maestra quesera Andrea Schwingel, Cristina rememoró los desafíos iniciales y los triunfos alcanzados a lo largo de dos décadas de trabajo arduo y dedicación incansable.
La génesis de esta cooperativa se remonta a la inquietud de las cooperativas tabacaleras de la zona de Leandro N. Alem por diversificar sus actividades hacia la producción láctea. Con la convocatoria a productores locales que contaban con excedentes de leche, se gestó la semilla de lo que hoy es la Cooperativa Sarandí. Sin embargo, el camino hacia el éxito no estuvo exento de obstáculos: la gestión de caminos rurales, la logística adecuada y los desafíos burocráticos pusieron a prueba la determinación de estos pioneros.
Con esfuerzo y perseverancia, la cooperativa logró consolidarse, ampliando su producción y diversificando su oferta. Desde la elaboración de quesos sardos hasta la producción de queso barra-tybo, el camino fue de aprendizaje constante y adaptación continua a las necesidades del mercado y las exigencias técnicas.
Sin embargo, los desafíos no se limitaron al ámbito productivo. Las diferencias culturales e intelectuales entre los miembros de la cooperativa representaron un obstáculo adicional a superar. En este sentido, el papel de figuras como Carlos Berra, un docente e investigador fundamental en el sector quesero argentino, fue crucial para el progreso y la formación de los integrantes de la cooperativa.
Pero más allá de los reconocimientos y premios obtenidos, la Cooperativa Sarandí destaca por su compromiso con la igualdad de género y la participación activa de las mujeres en todas las instancias de decisión y producción. Con una presidente mujer al frente y una mayoría de trabajadoras en la planta, la cooperativa se erige como un ejemplo de inclusión y equidad en un sector tradicionalmente dominado por hombres.
Hoy, la Cooperativa Sarandí mira hacia el futuro con optimismo y determinación. Con un fuerte enfoque en la capacitación y el desarrollo tecnológico, continúan su labor cotidiana con el mismo espíritu emprendedor que los caracterizó desde sus inicios. A pesar de los desafíos que enfrentan, su compromiso con la calidad y la excelencia en la producción de quesos misioneros sigue siendo inquebrantable.
En un contexto donde la lechería compite con otras actividades económicas, como el tabaco, y enfrenta desafíos como la competencia desleal y las inclemencias climáticas, la Cooperativa Sarandí se erige como un faro de esperanza y resiliencia en la provincia de Misiones. Su historia es un testimonio inspirador de lo que se puede lograr con trabajo duro, colaboración y determinación.