Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop. El Cronistta.
Esta semana varios productores de todo el país, agremiados en Sociedades Rurales y Asociaciones de Productores, solicitaron al sector del Campo que cierren todas las cuentas de dicha entidad financiera a modo de disconformidad con el proyecto del “impuesto a la riqueza” impulsado por el presidente del Banco y diputado nacional del Frente de Todos.
Ante esta situación Heller señaló: “Intentan sancionarme a mí y a la entidad que presido porque estoy participando en una iniciativa con la que no están de acuerdo. Está claro que estamos hablando de algo muy feo, antidemocrático por donde se lo mire”.
Por su parte, la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) repudió las agresiones contra el Banco Credicoop y Carlos Heller, y a su vez expresó “su solidaridad con los dirigentes, el personal y los asociados de esa emblemática entidad integrante del movimiento cooperativo argentino”.
Además, desde Cooperar indicaron que “uno de los problemas centrales del sector productivo en general y del agropecuario en particular es la falta de un sistema financiero al servicio de la producción. La respuesta a esto en todo el mundo desarrollado es que los productores tengan sus propias entidades financieras solidarias. Deberían, por lo tanto, promover la creación de nuevas fuentes de financiamiento asociativas y no atacar al único banco cooperativo del país”.
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“Están atacando al banco que tienen la mayor cartera de financiamiento para pymes y organizaciones de la economía social, que cuenta con su mayor cantidad de sucursales en el interior del país. Esta campaña anticooperativa es en contra de sus propios intereses sectoriales”, señalaron por intermedio del comunicado.
Al mismo tiempo, desde la Confederación remarcaron que “el Banco Credicoop tiene más de un millón y medio de asociados, donde cada uno tiene un voto. Entre ellos hay personas de todo el espectro ideológico. Su único punto en común es tener un banco controlado por los propios usuarios de los servicios financieros. Esto sólo puede molestarle a los que lucran con la especulación financiera. No a los genuinos productores”.
Por último, desde Cooperar aseguraron que “los cooperativistas de todo el país, los asociados al banco cooperativo y también a miles de cooperativas de consumo, de trabajo, agropecuarias, de servicios públicos, de vivienda, de salud, de seguros, entre otros rubros, invitamos a un diálogo reflexivo, donde primen los argumentos, el respeto por las formas democráticas y el cuidado de las cooperativas, entidades que la sociedad civil ha organizado en forma autónoma para responder solidariamente a sus necesidades”.