Creada de manera comunitaria, la Escuela Coplas de Haedo se focalizará en conceptos ecológicos. Incluirá a 80 niños y niñas de primero a sexto grado. Quieren inaugurarla en el próximo ciclo lectivo. Además, organizan un festival para cerrar el año y juntar fondos.
El respeto a la naturaleza y a la biodiversidad son los valores fundamentales que tendrá la escuela primaria ecosustentable CoPlaS, de Haedo. El proyecto, aún en desarrollo, surge a partir de una cooperativa de trabajo iniciada en 2009. Además, este mismo grupo fundó un jardín maternal y de infantes hace 25 años en Morón.
“Desde que iniciamos nuestro trabajo, sobre todo en el jardín de infantes, fue con una impronta muy grande en la educación ambiental, de hecho fuimos nombrados como ‘jardín verde’ por el municipio de Morón, ya que tenemos un trabajo bastante activo en relación de nuestro proyecto pedagógico con el jardín. Siempre nos pareció interesante poder tener nuestra continuidad educativa en una escuela primaria, pero lo veíamos como un sueño, algo un poco más lejano”, cuenta Daniela Carballo, presidenta de la Cooperativa de trabajo Jardín Plaza Bebé.
Pero como los sueños están para ser cumplidos, pusieron todo de sí para concretarlo. “Hace unos años se sumó a la cooperativa de trabajo en forma paralela un impulso social enorme de un grupo de familias, de padres y de madres, que se sumaron a esta iniciativa y surgió el deseo comunitario de crear una escuela primaria. Así la cooperativa junto a un colectivo enorme integrado por las familias del jardín y las que ya se fueron, además de otras organizaciones y otras cooperativas empezamos a gestar esto que hoy es la escuela primaria Coplas”.
La escuelita verde
El nombre CoPlaS se origina en la manera en la que trabajaron. “”Hicimos una jornada de encuentro para elegir el nombre y salió este: el co es por ‘comunidad’, plaza es de dónde venimos, la cooperativa de Jardín Plaza, y la ‘S’ tiene que ver con la sustentabilidad, que es algo que va a atravesar el proyecto pedagógico de la escuela primaria desde inicio porque así nos lo propusimos”, cuenta sobre la idea que cobrará vida en 2024.
La idea de sustentabilidad atraviesa desde la construcción de la escuela hasta los contenidos pedagógicos que quienes estarán a cargo de la educación de las niñas y niños ya están delineando. “Esto es el resultado de una gran esfuerzo y trabajo de familias, de una red humana increíble: de la cooperativa somos 22 trabajadoras más las familias... Debemos ser unas 60 personas, mas o menso, pero este tipo de procesos colectivos suelen ser incontables en cuanto a quienes son parte, hay redes enormes”, asegura.
Respecto a la parte verde, señala que las característica principal es que la construcción es elevada, no al ras del piso, “para no sacarle al suelo la permeabilidad”, explica. “También construimos con muros trombe que permiten conservar el calor en invierno y repelerlo en verano, esto hace que se necesite menos refrigeración externa. Además utilizamos elementos para recuperar el agua de lluvia para el riego y para los baños; tenemos techos verdes, que cumple la función de permeabilidad. También estamos construyendo junto a los alumnos de la Técnica N° 1 de Morón que tenían un proyecto de ladrillos reciclados hechos a base de plásticos de botellas; durante este año hicimos una campaña enorme de juntarlas. Es un trabajo muy comunitario”. Además, compraron chapas ecológicas hechas de materiales en desuso.
La obra está bastante avanzada y la idea que tienen es abrir las puertas el próximo año. “Estamos esperando que la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP), el ente que nos regula como escuela, nos permite la matriculación para el año que viene porque es a lo que nos comprometimos. Teniendo listas cuatro aulas podemos abrir el año que viene y durante el año continuar con la obra para el 2025″. Por esto están en medio de las inspecciones para darles el visto bueno que la habilite.
En tanto ocurra, están organizando un festival con doble objetivo. “El primero es celebrar lo construido, porque hace muchos años esto nos parecía un sueño impensado; y el segundo, realizar una nueva edición del Festival para juntar el dinero que nos permita terminar con esta etapa de la obra. Estamos necesitando un montón de colaboración, así que es como el impulso final para terminar todo lo que nos queda y poder abrir las puertas el próximo año”.
Según Daniela, los contenidos a los que apuntan motivarán a “no perder el entusiasmo por aprender”. “Para esto vamos a acompañar desde este lugar concreto. Desde la experiencia y desde lo sustentable, las niñas y niños aprenden todo lo que tiene que ver con la lectoescritura, desde las matemáticas, las huertas, aprenden a cocinar con una receta, etc., Por eso, todo lo que tiene que ver con la experiencia que tengan pasa por el aprendizaje de una manera mucho más significativa porque no es sólo sentarse y aprender sino, de alguna manera, poner el cuerpo como en la huerta que los hace estar en contacto con la naturaleza”.
Te puede interesar:
Finalmente, destaca: “El proceso fue colectivo y esto se resume, sin dudas, como un proyecto llevado a cabo por un enorme grupo humano sin el cual no hubiera sido posible. O sea, la cooperativa sola no hubiera podido llegar a esta instancia. Esto lo hacemos como una marea yendo a un mismo lugar, a un mismo propósito y eso es lo valioso”.
*El 16 de diciembre se realizará la segunda edición del Festival CoPlaS en el Auditorio Oeste, Av. Rivadavia 17230, Haedo. Participarán Payasa Azu, Murga Cosa e Mandinga, Koufequin, Bersuit y Nonpalidece. Las entradas están a la venta a través del IG: @coplasescuela o por www.passline.com
Fuente: Infobae