Belén Sepúlveda, la joven cooperativista reconocida por el presidente Alberto Fernández.
La palabra de Belén Sepúlveda, la joven cooperativista cuyo trabajo fue distinguido por el presidente Alberto Fernández. “La cooperativa me cambió la vida”.
Hace días atrás se realizó en el Congreso de la Nación la Asamblea Legislativa con la apertura de Sesiones Ordinarias, que tuvo como siempre ocurre el discurso del presidente de la Nación, Alberto Fernández, el último antes de finalizar su mandato.
Para cerrar su palabra ante el Congreso, el dirigente político decidió contar la historia de Belén Sepúlveda. Una joven de 35 años perteneciente a la Cooperativa de Trabajo Auge de La Plata, y cuya historia ya trascendió durante las últimas horas.
En diálogo con la agencia de noticias “Telam”, la propia Belén contó detalles de cómo vivió ese momento especial y su trabajo día a día en la cooperativa: “Yo soy la que le alcanza las cosas. Él me enseñó a poner tomas, me enseñó a poner las llaves, me enseñó a poner luces, a empalmar, gracias a él aprendí demasiado, si me mandás a poner un toma, tranquilamente lo puedo instalar”.
“La vida me cambió en todo, estoy trabajando cerca de mi casa, cerca de mis hijos, tengo un sueldo y estamos reparando las casas del barrio. Gracias a la cooperativa, si querés prender una luz podés hacerlo tranquilamente, si querés enchufar algo sabés que no te va a agarrar corriente. Todo está todo bien instalado y conectado porque tenemos buenos materiales”.
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“Pasó un tiempo, vinieron los de la Cooperativa y ahí me dijeron cuál era el proyecto que iban a hacer en el barrio, y que yo estaba adentro. Imaginate mi felicidad, claro, cerca de casa, cerca de mis hijos, un buen sueldo, y más haciendo algo bueno para el barrio como por ejemplo las conexiones de luces y la seguridad”.
“Yo he trabajado de todo, hice de todo en mi vida, no tenía vergüenza de nada y no nunca dije no. Mi hijo León, por ejemplo, dice 'mi mamá es electricista'. Y le digo: 'no Leo, soy ayudante de electricista. Pero tiene muchos compañeros de la escuela que son vecinos y cuando llego a la casa dicen: 'Ay, vos sos la mamá de León, la electricista. A mí me da ternura y orgullo'”.
“Cuando el señor Presidente estaba hablando de que la cooperativa me cambió la vida, fue así. Por eso, en un momento, me largué a llorar porque dije que fue así. Me cambió la vida porque en ese momento la estaba pasando mal y donde aparece una cooperativa te da una mano en todo”.