La normalización de la situación de las distribuidoras se realiza en base a las condiciones fijadas por la Ley de Presupuesto 2021, que fueron prorrogadas para el 2022. En esa norma se fijaron tasas diferenciales y una moratoria de 96 cuotas para resolver el estado de deuda que las empresas de distribución mantuvieran hasta la fecha. A su vez, la propuesta incluye como condición normalizar, a partir de 2023, el pago corriente de generación hacia Cammesa.
El acuerdo tiene dos partes: una, refiere a la condonación de la deuda surgida de las pérdidas que sufrieron las cooperativas al tener que sostener sus tarifas eléctricas durante la pandemia. La segunda parte implica una refinanciación de una parte de la deuda a ocho años con una tasa diferencial del Banco Nación al 50%, señalaron desde la Federación Nacional de Cooperativas Eléctricas (FACE), integrante de la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas.
“Esto se viene trabajando, hay que decirlo con todas las letras, es un grupo de trabajo, de la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas y de FACE. Venimos haciéndolo desde 2021, es decir que hace 2 años que estamos metidos en los que es el artículo 87 del presupuesto y del DNU número 88”, señaló Omar Zorzenón, Coordinador de la Comisión de Política Energética de FACE.
De las 600 cooperativas eléctricas en el país, solo 40 le compran energía a Cammesa de modo directo. Por lo cual son estas empresas de la economía social que recibirán el beneficio. Estas cooperativas además de las empresas provinciales que adquieren la energía del mayorista deberán trasladar convenios en iguales condiciones con las cooperativas que reciben la electricidad de estas entidades. Por ejemplo, en Mendoza Edeste es la proveedora de electricidad a las cooperativas rurales, tendrá entonces que realizar respectivos convenios con estas distribuidoras que le “compran” la energía que luego distribuyen entre los usuarios.