Juan Miguel Martín.
El tesorero de Fecofar, Juan Miguel Martín, dialogó con Mundo Cooperativo sobre la actualidad del sector farmacéutico en el país. “El mercado del medicamento está cambiando”, afirmó.
Tradicionalmente el rubro farmacéutico privado, con sus emblemáticas droguerías y laboratorios como principales abanderados, pisó fuerte en Argentina donde dominó el mercador ayer, hoy y siempre. Sin embargo, el movimiento cooperativo también sembró semillas dentro del sector con entidades solidarias de base y teniendo como pilar a la Federación Argentina de Cooperativas Farmacéuticas (Fecofar).
Juan Miguel Martín, tesorero de Fecofar y vicepresidente de la Cooperativa Farmacéutica Acofar de la ciudad de Azul y con sede en Mar del Plata (Buenos Aires), dialogó en exclusiva con Mundo Cooperativo sobre la actualidad del sector en el país.
“En la Federación somos todas cooperativas de la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos, Córdoba, Tucumán, y toda están en zonas de influencias llegando a ‘lugares escondidos y farmacias más pequeñas’. Es la gran diferencia que se encuentra con la distribución privada”, aseguró Martín, y agregó: “Atendemos a los cooperativistas farmacéuticos asociados, sin diferenciación de capacidad de compra. Tenemos todos los servicios que pueden ofrecer droguerías integrarles. Distribución de medicamentos, de perfumerías, programa de gestión farmacéutica, capacitación de personal y farmacéuticos”.
Frente al periodo de recisión económica que atraviesa el país, el tesorero de la Federación explicó: “La crisis llega a nuestras cooperativas en la medida que se achica el mercado farmacéutico y es más difícil el acceso a los medicamentos porque como siempre son caros para los bolsillos de la población. Las farmacias de nuestras redes hacen un esfuerzo enorme para llegar a la gente”.
Sobre el nuevo convenio con Pami, Martín expresó: “El mercado del medicamento está cambiando porque es notable la decisión de cuidar los gastos de las obras sociales en el rubro medicamentos ambulatorios. El 40% de la venta total corresponde a la cobertura a los afiliados de Pami que, luego de mucho tiempo en que las coberturas no necesariamente obedecían a criterios socio sanitarios correspondiente a fondos solidarios como son los de las obras sociales, es visible el control cuali-cuantitativo de los medicamentos consumidos por cada afiliado por parte de la obra social de los jubilados”.
En esta dirección, el dirigente de Fecofar manifestó: “Continúa la cobertura 100% de descuento en 4 especialidades por afiliado, cuando en un momento llegó a 7. Esto, como es lógico, lleva a un achicamiento del mercado pero está lejos de significar un problema sanitario. Incluso en el nuevo acuerdo contractual con la industria farmacéutica, Pami cubre un precio de referencia de cada medicamento sobre el cual paga Pami su cobertura y el afiliado el resto, mucho más bajo que el precio al público que tiene ese mismo medicamento, incluso para otras prestaciones. Por eso el mercado está cambiando, lo que va a significar un reacomodamiento en la industria, la distribución y las farmacias, y no va a peligrar el acceso al medicamento por parte de la población”.
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Además, Martín señaló que “con el nuevo convenio, Pami gasta menos y los afiliados también gastan menos. El precio de los medicamentos es enorme. Pero es menor que lo que paga un afiliado de otra obra social y que lo que paga el que lo compra sin descuento, por haberse fijado un precio Pami mucho menor que el precio de lista. Hay dos precios para cada remedio. Como la farmacia sigue comprando por el precio público, la diferencia la paga la industria lo que hace imprevisible la continuidad de este convenio que vence en marzo próximo. Para las farmacias el beneficio está en la continuidad de la prestación, que se afronta con negocios muy prolijos a la hora de la compra”.
Por otro lado, el dirigente farmacéutico opinó acerca de la decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Ministerio de Salud y transformarlo en una secretaria: “Desde mi puesto de trabajo, tanto en la farmacia como en la Federación o desde Acofar, es difícil ver un límite preciso entre las cuestiones burocráticas y los principios políticos de cada gestión. Una cuestión de nombres entre ministerio o secretaria no implicaría importancia si los trámites siguen siendo iguales y los gestos políticos trascendentales tampoco cambian. Por ejemplo, la cobertura de vacunas. La Federación tiene una política bien definida en cuanto al fortalecimiento de su laboratorio de especialidades, que llega cada día a mas localidades del país y las cooperativas que la integran se consolidan como proveedores de cada farmacia asociada”.
Finalmente, Martín afirmó que “en un año electoral y muy político, entiendo que siempre los que llevamos adelante una empresa esperamos que las leyes que se sancionen protejan debidamente la naturaleza de cada emprendimiento y el esfuerzo que en él se vuelca cada día, para que haya más y mejores puestos de trabajo. Nunca buscando prebendas ni acomodos circunstánciales. Ante las nuevas autoridades que serán elegidas tengo la esperanza del conocimiento y el respeto mutuo para que cada localidad, cada provincia y toda la Argentina progrese hacia el saber y la salud para todos sus habitantes”.