Ricardo López, presidente de FAESS
Ricardo López, presidente de la Federación Argentina de Entidades Solidarias de Salud (FAESS), dio su punto de vista y analizó la situación sanitaria del país en medio de la pandemia de coronavirus.
En una entrevista con el programa “Hasta que vuelvan los abrazos” de Radio Cut, el dirigente cooperativista Ricardo López, médico y también presidente de la Federación Argentina de Entidades Solidaria de Salud (FAESS), analizó el contexto actual del país que atraviesa esta segunda ola de contagios.
El también secretario de Cooperar se refirió a la situación sanitaria nacional, las claves positivas y negativas en cuanto a decisiones en medio de la pandemia, y el plan de vacunación en el cual se centra la esperanza de la nueva normalidad.
“Esta enfermedad, el famoso coronavirus, no es una enfermedad solo respiratoria. Ya hay aspectos circulatorios, neurológicos y psiquiátricos. En consecuencia, creo que hay que tener una visión amplia sobre esto, hay que tener una más integral. Tenemos muchos problemas psiquiátricos en los pacientes que sufren esta enfermedad, y también los que están inmersos en la sociedad”, explicó López.
El presidente de FAESS agregó: “La pandemia la podemos dividir en la primera ola, y la que estamos atravesando ahora, que es una segunda ola. En principio, la cuarentena duró 7 meses, hasta noviembre que el gobierno cambió el aislamiento por el distanciamiento. Pero antes ya se había permitido cierta circulación en determinados lugares”.
“La cuarentena permitió algunos aspectos positivos, como retrasar el pico de contagios que estaba planificado para junio y llegó en la segunda semana de octubre. También el equipamiento sanitario, y poder contener el virus de aquellos lugares más vulnerables. No hubo colapso sanitario y el sector salud respondió con un gran esfuerzo que todavía no recibieron un reconocimiento económico que merece”.
“En cuanto a los errores que se cometieron, a mi juicio una publicidad insuficiente, sin actualización, poco creativa y sin llegada a los sectores particularmente juveniles. También un testeo y aislamiento insuficiente en algunas regiones, y debilidades a la hora de negociar las vacunas, no previendo algunas situaciones. En consecuencia, uno considera que las medidas ayudaron a que no estallara la situación. Pero se produjo un cansancio natural que llevó a esta segunda ola”.
Sobre la situación actual, comentó: “Estamos teniendo una situación de mucha ocupación de camas de terapia, y un horizonte complejo porque se viene el invierno. Las medidas actuales quizás no sean las adecuadas, pero se producen en un contexto de una sociedad que está muy cansada de aislamiento y sufre determinados problemas, principalmente económicos para un sector, esto hace que cualquier medida tenga un cumplimiento parcial de la población. Quizás no es lo aceptable, pero sí lo posible”.