10 empleados de una cooperativa aislados por un error de un sanatorio.
Se trata de 10 trabajadores que pertenecen a la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE), que sin saberlo prestaron servicio de sepelio a un fallecido por coronavirus.
En el marco de la crisis sanitaria que afronta el país, un hecho particular tuvo lugar en la provincia de La Pampa y se relaciona directamente con la economía solidaria ya que hay trabajadores cooperativos involucrados.
Todo comenzó con una violación a los protocolos sanitarios para fallecidos por coronavirus establecidos por las autoridades de salud de parte de un sanatorio de salud ubicado en la ciudad de Santa Rosa, que no avisó que las causa de muerte de un paciente había sido Covid-19.
A conocerse la noticia, automáticamente los trabajadores de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE) que fueron los encargados de prestar el servicio fúnebre debieron ser aislados, por contacto estrecho y posible de contagio de coronavirus. Algo que no habían sido notificado en el instante de trabajo.
En diálogo con el medio local “La Arena”, autoridades de la Cooperativa no ocultaron su descontento con la situación. “El sanatorio tiene que avisar antes de que lo vayan a retirar al cuerpo. Ellos mandaron a la familia a solicitar el servicio, y a la familia no le dijeron”.
“Primero nos avisan y después viene la familia. En este caso no, los empleados fueron con guantes y barbijos, pero no estaban todas las medidas establecidas en el protocolo”, agregaron sobre la situación.
“Ellos por el establecimiento tienen que tener al fallecido con doble bolsa y desinfectado, y desde el servicio de sepelios se va directamente con el ataúd. Pero no avisaron, el médico estaba parado ahí al lado y nunca dijo que era posible Covid. Después dijo que en el certificado de defunción había puesto que era posible caso de coronavirus, pero no era cierto. El certificado decía insuficiencia respiratoria nada más”.
“Lo deberían haber preparado en doble bolsa y no lo tuvieron. En el certificado tampoco decía que era posible. Porque ante los posibles casos se activa el protocolo como si fuera un paciente positivo. Ellos deben entregar el cuerpo como dice el protocolo, para eso existe”.
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Desde la cooperativa continuaron su relato. “La familia vino a despedirse durante media hora. Si hubiéramos sabido directamente se sella el ataúd y se lleva al cementerio. No tiene sepelio si se aplica el protocolo”.
"Cuando salió que una mujer de 74 era la víctima número 29, un compañero le avisó al jefe de servicio. Ahí se llamó a Salud y se empezó a mover todo. Quedaron aislados todos los que estuvieron trabajando. De 18 empleados, 10 están aislados. Si llega a salir un caso positivo en la Sala hace un desastre”.