Ricardo López.
El presidente de Faess publicó una nota en donde explica detenidamente las propiedades del virus, la mejor forma de prevenir el contagio y qué tan preparado está el sistema de salud nacional para enfrentar la pandemia, entre otros temas.
En este sentido, el presidente de Faess sostiene que “el SARS-CoV-2 (así fue nombrado el virus) es un coronavirus nuevo, que saltó de un animal (probablemente el murciélago) al humano”, y remarca que desde que “se originó la epidemia en China, se han dado todo tipo de teorías conspirativas. Ninguna se ha probado y en este mundo corren versiones varias, a mi juicio sin fundamento”.
En cuanto a las propiedades y los primeros síntomas que genera el virus, López explica que “se trata de un virus muy infeccioso. El contagio es aéreo principalmente, aunque por el peso del virus no permanece en el aire. Sí permanece en superficies duras. Los principales síntomas son fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad respiratoria. Pero en proporciones menores también se han reportado perdida súbita del gusto y el olfato, así como trastornos digestivos y problemas cardíacos. Lo más grave, produce una neumonía bastante típica, generalmente de los dos pulmones, que lleva en algunos casos, a una falla de todos órganos”.
Además, afirma que el coronavirus “afecta más a los hombres y la mortalidad es mayor, en adultos de más de 65 años. El periodo de incubación oscila entre 7 a 14 días. El 81% de los casos cursa la forma leve y en unos 15 días está totalmente recuperado. Para ser dado de alta, se necesitan 72 horas sin fiebre y dos hisopados negativos”, y agrega que “existen casos asintomáticos con test positivos, lo que abre dudas respecto al número total de infectados”.
El cooperativista explica que al no haber vacuna ni tratamiento contra la enfermedad, la mejor forma de prevenirlo, “aparte de la higiene frecuente de manos y superficies de contacto, es el aislamiento o cuarentena. En general practicada por todos los países, solo que, en muchos, luego de una curva muy pronunciada de contagios”.
A su vez, señala que en algunos países se han utilizados “algunas drogas clásicas como la cloroquina e hidroxicloroquina (antipalúdicos), colchicina (para la gota), antivirales, antibióticos y anticuerpos monoclonales. Todos estos tratamientos son empíricos, no comprobados aún y autorizados en forma compasiva en pacientes graves”.
En la nota, López se muestra preocupado respecto a la preparación que tiene el sistema de salud argentino para enfrentar la pandemia. “La salud pública está debilitada, con asimetrías entre las ciudades grandes y el resto y con diferencias en las provincias. Existen diferentes subsistemas, el público, el de las obras sociales y el privado. Una parte de la población no tiene cobertura de salud en tiempo y forma”, detalla en el escrito.
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El presidente de Faess afirma que “estamos débiles en los insumos de equipos de prevención. Y también, viendo lo que pasa en otros países, la cantidad de respiradores es insuficiente. Pero los respiradores no funcionan solos, necesitan de personal médico y de enfermería capacitados”, en este sentido señala que “el sector médico tiene dura pérdida salarial, estimada en el 35 % en los últimos 12 meses (CICOP). Pedirles a los profesionales que vayan al frente sin mejorar el equipamiento y el salario no parece razonable. Recordemos que en Italia se habla de 4.500 personas de salud contagiadas por el virus y cerca de 100 profesionales muertos entre médicos, enfermeras y paramédicos”.
Finalmente, López remarca que “el sector salud necesita tiempo para organizarse y este es quizás el principal objetivo de la cuarentena. El Ministerio de Salud y las autoridades están tomando medidas en ese sentido”.