Dentro de la cooperativa realizan restauraciones, tapizados y fabricación de muebles. Crédito: BA Ciudad.
La entidad solidaria sigue a la espera de que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta avance con los actos administrativos para que el lugar que le fue entregado esté en optimas condiciones. “El lugar está abandonado desde hace años y tiene problemas de infraestructura”, explicó Federico Bejarano, coordinador de la cooperativa.
Desde hace meses que la Cooperativa de Trabajo La Huella del Hospital Borda, organización que combina la salud comunitaria con inclusión social a partir de la producción de muebles y objetos únicos, singulares y sustentables, viene teniendo conflictos con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires debido a que les ordenaron desalojar el espacio que venían ocupando desde hace 11 años dentro del hospital psiquiátrico por “refuncionalidad”.
Como respuesta al desalojó, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta le ofreció la “llave de un lugar, donde primero nos tuvimos que pelear porque estaba todo inundado y sin ninguna condición básica de seguridad. Luego de esto, nos dieron un espacio ubicado adelante del Hospital Borda que es lo que en algún momento fue ‘la casita que era del cuidador’”, expresó Federico Bejarano, coordinador general de la Cooperativa La Huella del Hospital Borda, durante una entrevista brindada a Edgardo Form, conductor del programa radial “Desde la gente” y vicepresidente primero de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar).
“Se trata de una casa que con arreglar los techos, baños y los espacios físicos para que haya seguridad y poder ponerla en funcionamiento, pero eso todavía no aconteció”, explicó el dirigente de La Huella, quien destacó que “el lugar está abandonado desde hace años y tiene problemas de infraestructura, pero tiene mucha potencialidad porque tiene salida a la calle Ramón Carrillo, por lo que nos posibilitaría una mayor proceso de permeabilidad con la comunidad, con comunicación al parque y separada de los pabellones, demostrando independencia que como cooperativa tiene que tener”.
Cabe destacar, que la Cooperativa La Huella es la primera entidad solidaria de este tipo en la ciudad de Buenos Aires que, en el marco de la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.567/2010, busca una transformación del modo de asistencia que debe estar basado en la comunidad. Es decir, que cualquier persona que necesita de este tipo de asistencia tiene que volver rápidamente a la comunidad o estar en la misma con los modos de no perder los vínculos básicos que hacen a nuestra salud mental que es el trabajo, la familia, entre otros, y no únicamente la intervención médica. En otras palabras, la desmanicomialización.
Continuando con el conflicto que la entidad solidaria tiene con el gobierno de la ciudad, “el problema es que estamos esperando los actos administrativos, una resolución que permita un reconocimiento a la labor de esas personas y es un acto de salud lo que estamos esperando. Para la subjetividad de dichas personas es un suceso de enorme reconocimiento que sean consideradas como ciudadanas. Parece increíble, pero eso todavía no aconteció”, afirmó Bejarano.
A su vez, el coordinador general de La Huella sostuvo que este impedimento implica el estancamiento en “la continuidad con el proceso del desarrollo del nuestro trabajo que impacta directamente en las personas. Estamos esperando que se pueda revertir esta situación porque tenemos que multiplicar el esfuerzo para que sea reconocida como un efector de salud”.
Finalmente, Bejarano señaló que cuando desde el gobierno de la Ciudad le explicaron que la “refuncionalidad” estaba basada en cuestiones de brindar mayor seguridad, desde la cooperativa nunca se opusieron debido a que “nos parecía sumamente cuidadoso desde el punto de vista de la salud, pero por el cuidado de las personas nos tienen que ofrecer un lugar donde nos podamos seguir desarrollando porque si no estamos haciendo iatrogenia”.