Desde la Federación Agraria aseguran que “se necesitan medidas urgentes” para evitar mayor concentración económica y desaparición de más chacareros. Además, se refirieron a las negociaciones que está llevando adelante la Casa Rosada con el FMI.
El 23 de mayo, el Consejo Directivo Central de la Federación Agraria Argentina (FAA) se reunió en su sede de Rosario y señaló: “A fines de marzo, le planteamos al Jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, y al ministro de Agroindustria de la Nación, Miguel Etchevehere, que había emergencia climática, financiera y económica, que llevaba a muchos chacareros a estar al borde de la desaparición. Después de aquel encuentro, la economía nacional empeoró y nosotros sentimos el impacto. Las tarifas, el aumento de costos, el ingreso de importaciones, la falta de financiamiento, la suba de tasas y el alto nivel de endeudamiento, son problemas que se repiten en cada rincón productivo de la Argentina, donde el esfuerzo mayor lo estamos haciendo los que menos tenemos. Hacen falta políticas de fondo, que venimos reclamando hace tiempo. Pero en el corto plazo, la medida más inmediata debería ser la eliminación de retenciones para los pequeños y medianos productores”.
Además, la FAA asegura que “la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las medidas de ajuste en el Estado con las que quiere avanzar el gobierno, ponen en peligro las políticas ejecutadas por numerosos organismos. En INTA o SENASA, lo estamos viendo en varias provincias. Ya hubo despidos que debilitaron, por ejemplo, programas de fundaciones sanitarias, que tienen a su cargo la sanidad animal, entre otras. En esta línea, llama la atención que al mismo tiempo que se desregula y se vacían ámbitos de control por parte del Estado, se dispone la normativa necesaria para que ingrese soja de Estados Unidos, con eventos no patentados en el país, o cerdos del mismo origen con estándares sanitarios más bajos que los nuestros”.
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Desde la Federación Agraria remarcan que desde siempre destacaron “la voluntad de abrir el diálogo, pero hay problemas que en lugar de ir resolviéndose, se agravan. Mientras a los productores nos pagan el mismo valor por nuestros productos, como la leche, la carne de cerdo y de vaca en los últimos dos años, los alimentos han subido a cifras, en el último mes, que rozan el 30 o 50 por ciento en algunos casos. El nuevo valor del dólar posiciona mejor a las exportaciones argentinas, pero la experiencia reciente indica que la inflación y la suba de costos dolarizados reducirán esos beneficios”.
A los problemas que están atravesando el sector se le suma la sequía, primero, y posteriormente las excesivas lluvias, las cuales afectaron directamente en la actual cosecha de soja que se vio reducida en más de 36 millones de toneladas, según últimas estimaciones, y que además ha bajado la calidad del grano como consecuencia de la excesiva humedad que afectó al cultivo.
Por último, según la Bolsa de Comercio de Buenos Aires la proporción de la soja de primera en condición mala se eleva a 58%, y la soja de segunda supera el 70% de la producción en mal estado en lugares claves de la zona núcleo.