
La particularidad del kiwi bonaerense se explica por las condiciones agroclimáticas del sudeste de Buenos Aires. Las particularidades del suelo, la cercanía con el mar atlántico y la amplitud térmica que existe durante el verano, generan una conjunción que tiene como resultado la síntesis de diversos azúcares que le brinden al kiwi un sabor particular, algo que es “muy valorado en el mercado local y en el resto del mundo”, según Goycoa. “Tenemos muy buena recepción de nuestra fruta en el exterior, y nos pagan más plata por el kiwi que a otros países del mundo. Nos valoran más porque es una fruta distinta”, explica.
El presidente de Ecco Argentina desarrolla: “Así como en Mendoza existen los vinos DOC —Denominación de Origen Controlada—, la Indicación Geográfica se asemeja a ello y quiere decir que los kiwis de mar y sierra del sudeste bonaerense, especialmente en las zonas de Miramar, Mar del Plata y Batán, tienen una condición particular en cuanto a gusto y calidad que otros kiwis del país y del mundo no tienen. En 2018, quisimos demostrar esa diferenciación de alguna forma. La herramienta más adecuada que encontramos para hacerlo fue la indicación geográfica, un sello que se le otorga a aquellos productores de kiwis del sudeste de la provincia de Buenos Aires que cumplen con ciertos protocolos, los cuales te aseguran que cuando comas ese kiwi, vas a probar un producto que es riquísimo.”
El proceso de producción del kiwi, al igual que todos los dedicados a la fruticultura, se caracteriza por su amplia duración, ya que tarda hasta seis años en completarse. En primera instancia se producen los plantines dentro de un vivero, a través de la multiplicación in vitro. Recién a los dos años, esa planta cuenta con las condiciones necesarias para ser plantada en un lote productivo. La superficie donde es plantado el kiwi requiere de una estructura particular, cuyo techo se compone de una cobertura que se asemeja a la media sombra y que es rodeada por una malla antigranizo. En lo que respecta al suelo, se coloca el sistema de riego, otro anti-heladas y se apela a todos los recaudos posibles para que la producción llegue a buen puerto. Una vez plantado en el campo, el kiwi tarda entre tres y cuatro años en aparecer. Cuando está a punto, es cosechado y comercializado.
La Cooperativa Ecco Argentina se encarga de prestar asesoramiento técnico y económico, de proveer insumos —materiales de riego, fertilizantes— y de brindar el servicio postcosecha para los productores nucleados. “El productor le vende el kiwi a la cooperativa y es ella quien exporta, no los productores de forma particular. Hoy por hoy, una de las principales problemáticas es que no hay plantas, por eso la cooperativa apunta a construir un vivero en el corto plazo”, cuenta Goycoa.
Para los productores locales, la exportación de sus productos es un pilar fundamental a la hora de fortalecer sus bases y en pos de ese objetivo es que el rol de las cooperativas de trabajo se volvió fundamental.
España recibirá los productos de una cooperativa que nació en 2021 como resultado del Programa Incubadora de Cooperativas Agropecuarias, una de las principales políticas del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires. Javier Rodríguez, titular de la cartera agraria, le asegura a BuenosAires/12 que el programa “tiene como objetivo fomentar el cooperativismo agropecuario y demostrar su potencial con una doble idea: por un lado, fortalecer al movimiento cooperativo, y por el otro, fortalecer a los pequeños y medianos productores que encuentran en la cooperativa un acompañamiento fundamental para esa escala de producción.”
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Agrega el ministro: “El cooperativismo contribuye a un desarrollo que cuente con muchos más productores. Cuando se dan distintos procesos de concentración productiva y económica, el cooperativismo es la herramienta para sostener e incrementar la cantidad de pequeños y medianos productores. Desde que se lanzó este programa, con la iniciativa del gobernador Axel Kicillof, llevamos 97 cooperativas agropecuarias creadas, lo que representa un porcentaje significativo sobre las 300 que había al inicio de esta gestión.”
El presidente de la Cámara de Productores del Kiwi resalta: “Siempre se lo dije al ministro Javier Rodríguez y a su equipo: este Ministerio le da a la fruticultura de la provincia de Buenos Aires una importancia y un espacio que antes no tenía. Si bien la principal actividad es la ganadera, hay mucha actividad dentro del interior bonaerense y hay que darles lugar a esas producciones. Se están destinando recursos para visibilizarlas y potenciarlas.”
Fuente: Página 12