El testimonio desgarrador del cooperativismo correntino en medio de los incendios.
El Litoral argentino atraviesa un momento delicado a partir de los focos de incendios incontrolables en campos de la región. El movimiento cooperativo agropecuario lo vive en carne propia.
Como es de público conocimiento, el Litoral del país y principalmente la provincia de Corrientes atraviesa por una situación delicada a partir de los focos de incendios incontrolables y abiertos en la región, que hasta el momento no se pudieron apagar ni con el trabajo humano como tampoco con la ayuda de la naturaleza.
Daños incalculables se prevén a raíz de esta situación en toda la región, en cuanto a flora, fauna, población y desarrollo de trabajo que también fue devorado por los incendios, presentando un panorama desolador para los trabajadores en la región.
El movimiento cooperativo agropecuario no se encuentra al margen de esta situación, con ciento de entidades cooperativas que buscan sobrevivir a este dramático contexto para poder continuar con el trabajo una vez que todo se pueda estabilizar.
A través de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Diana Aguirre representante de la Cooperativa Apícola Eirete Porá compartió sus emociones y explicó en detalles las problemáticas de esta desgarradora situación.
“Todavía no se hace un relevamiento a nivel provincial, porque las pérdidas son día a día, diría que toda la provincia está en las mismas condiciones. Es lamentable ver cómo el fuego en media hora consume tantos años de esfuerzo y sacrificio”, comentó la dirigente de la economía solidaria.
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“Es una verdadera tragedia lo que estamos viviendo, en nuestra Cooperativa Apícola “Eirete Porá” Ltda., que esta asociada a la Federación de Cooperativas de Corrientes, miembro de Coninagro, estamos trabajando arduamente junto a bomberos voluntarios de la localidad de Loreto, la policía y la municipalidad acercando agua en tractores y acoplados para socorrer las zonas afectadas. Le damos prioridad a la casa de los vecinos”.
“En nuestra cooperativa apícola hemos perdido más del 70-80% de las colmenas. Además, los colmenares en su mayoría estaban en las forestales que han sido arrasadas por el fuego, la otra consecuencia es la falta de alimento para las abejas. Estamos dentro de los Esteros del Iberá, donde la alimentación base de las abejas es el néctar y polen de los Esteros y también los eucaliptus, todo eso está devastado. La pérdida que se prevé es total”.