El Futuro de las cooperativas eléctricas

Manuel Bello Núñez
Manuel Bello NúñezDirector de Copelec, secretario general CLERTIC Latinoamérica.
El mundo globalizado exige a las entidades solidarias dar el siguiente paso, el de la diversificación y el del estudio de mercado.  De lograrse, esto será provechoso para los asociados, que son los beneficiarios directos de cada uno de los ingresos económicos y de las nuevas áreas de las cooperativas. Por Manuel Bell Núñez.  

Por Manuel Bello Núñez

Por años el modelo cooperativo se ha mantenido vigente en Latinoamérica y El Caribe. Desde sus inicios -principalmente en Argentina, Brasil, México y Venezuela se desarrolló y expandió gradualmente a todo el continente, formándose un modelo de negocio eficiente para las comunidades locales.

Las cooperativas del sector eléctrico no son una excepción. Es de conocimiento general que abastecen del servicio básico a millones de familias de zonas rurales de los diversos países y cumplen un importante rol social para el desarrollo económico de estas. Sin embargo, la electrificación y telecomunicación requiere de grandes inversiones y gastos en mantención de redes e incorporación de nuevas tecnologías, lo que hace necesario buscar otras líneas de negocio para obtener una economía más sostenible en el tiempo.

Las bases productivas de las cooperativas eléctricas y de telecomunicaciones deben diversificarse y es completamente posible gracias a la globalización; a la integración de la economía de todo el mundo, especialmente a través del comercio y flujos económicos, lo que permite conseguir de manera eficiente insumos que se encuentran en otros países como Panamá, China, Corea, Japón e India, abasteciendo a las cooperativas y sus nuevas líneas de negocio como, por ejemplo, el área digital con la tecnología móvil, la generación fotovoltaica, el área de salud, retail, manufactura, ferreterías, agroforestal, automotriz, entre otros.

Actualmente estamos en un mundo completamente conectado, por lo tanto, dar el paso de diversificar las cooperativas es posible y será provechoso para los cooperados o socios, que son los beneficiarios directos de cada uno de los ingresos económicos y de las nuevas áreas de las cooperativas.

El desafío es grande, pero durante más de 100 años y desde el inicio de las cooperativas en Latinoamérica y El Caribe, estas se desarrollaron bajo ambientes poco aptos o desprovistos de grandes posibilidades en sectores rurales carentes de tecnología, recursos, insumos y servicios.

Es por eso que es factible que este gran desafío, no solo para las cooperativas chilenas, sino también a nivel internacional, con base en los principios del modelo cooperativista; ayuda mutua, trabajo mancomunado y democratización de la distribución económica.

Con base en lo anterior, es muy importante que como primer paso la cooperativa estudie el mercado para encontrar la necesidad del nuevo producto o servicio que requerirá un planeamiento cuidadoso, que permita invertir recursos obedeciendo a estrategias de negocio. Es que son muchos los casos de cooperativas que no obtuvieron buenos resultados producto de la mala elaboración o nulo estudio de mercado, es por eso que la comunicación con los socios de la cooperativa será fundamental para los procesos de diversificación del negocio. Sin gestión comunitaria no existirán nuevas áreas para inyectar recursos.

Sin duda, en los últimos años las cooperativas del sector eléctrico y telecomunicaciones han crecido tanto que requieren de nuevos ingresos económicos para su mantención e integración de tecnologías y, justamente, la diversificación es la solución para obtener ganancias sostenibles en el tiempo. Solo hay que comenzar a buscar óptimas estrategias de mercado.

Fuente: La Discusión.