Por Xiomara Núñez de Céspedes
Este 25 de noviembre nos encuentra en un confinamiento obligatorio para todo el mundo, que además de necesario para contener la Pandemia del COVID-19 ha resultado una revelación increíble de las desigualdades y el maltrato que sufren las mujeres y las niñas al interior de sus hogares.
Lejos de constituir un espacio seguro, la cuarentena ha demostrado el peligro que representa para las mujeres y las niñas el vivir atrapadas con su agresor.
El disparo de los abusos y el feminicidio, deja de manifiesto una pandemia más cruel que teníamos desde hace tiempo como lo es la Violencia contra la Mujer. Contener la ola de violencia contra las mujeres y las niñas se suma a la larga lista de pendientes que tienen las autoridades y la sociedad civil en esta situación de emergencia.
Es mandatorio disponer de todos los recursos que estén al alcance de las instituciones para proteger de manera real y efectiva a tantas víctimas sobreviviente de la violencia intrafamiliar.
Que los infantes huérfanos resultantes de los feminicidios-suicidios de los agresores y las victimas sean protegidos y reubicados fuera del ambiente violento en que quedan, dando lugar a educación, tratamiento y seguimiento al trauma que sufren.
Todos y todas debemos sumergirnos en una campaña permanente para generar un cambio en los comportamientos machistas que hacen peligrar la integridad de las mujeres y las niñas, mantener una vigilancia sobre la justicia que administran los organismos especializados en velar por la seguridad ciudadana, hacer que la sociedad civil se involucre de manera práctica en la denuncia y educación sobre la prevención del maltrato y visualice las estadísticas de tan horrendo flageló a través de datos actualizados.
Debemos crear servicios y programas de ayuda para los sobrevivientes de la violencia y las desempleadas por efecto del COVID-19 en cuanto que muchas mujeres cabezas de hogar no tienen dónde ganarse el sustento de su familia.
Desde Comité Regional de Equidad de Género de Cooperativas de las Américas CREG seguimos aportando en favor del desarrollo de las mujeres y las Niñas y la erradicación de la cultura de irrespeto por la integridad de las mujeres.
Ahora solo nos toca cerrar filas como cooperativistas y actuar para que ninguna Mujer o Niña se quede atrás.
Dios nos ayude…
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Xiomara Núñez de Céspedes
Presidenta CREG
Xiomara Núñez de Céspedes, Presidenta del Comité Regional de Género de Cooperativas de las Américas