Por Pablo Carletti
La llegada del coronavirus trajo consigo la modificación de hábitos tradicionales en la sociedad, como las formas de consumo. ¿Cómo se adapta el movimiento cooperativo a los nuevos mandamientos de comercialización?
El 2020 rompió con todo tipo de planificación. La pandemia mundial de Covid – 19 y el colapso sanitario, como también el aislamiento social obligatorio para evitar la comentada saturación de los sistemas de salud, dio paso a las transformaciones de esquemas estructurales y el inicio de una improvisación, quizás no tan improvisada.
Siempre con la bandera bien alto del lema en agenda de que “la salud es lo primero”, las sociedades actualmente se encuentran en periodo de recambio de hábitos existenciales en sus formas de socializar, incluyendo una muy importante para el andar de toda comunidad. El sistema de comercialización.
El consumo, la compra y venta directa, sufrió una fuerte caída en los últimos meses partiendo del razonamiento lógico de comercios cerrados, actividades no esenciales paradas, y claro está, la no circulación de las personas a partir de la cuarentena impuesta por el Gobierno Nacional.
Sin embargo algo vinculado a las nuevas formas de comercialización se mantiene en alza y crece semana tras semanas, cuarentena tras cuarentena. Son las ventas on line, el consumo a través de una plataforma digital. La reinvención del consumo, que lleva varios años en modo a prueba y encuentra en este 2020 su máximo auge.
Con datos estadísticos de la consultora Kantar brindados para la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace), durante la pandemia en el país el comercio electrónico en supermercado tiene un aumento del 123%. A su vez, durante el mes de abril se registró el pico más alto en venta on line de un 84%. Comprando en casa, números hacia arriba.
Durante una entrevista con “Página 12” Gustavo Sambucetti, director de Cace, remarcó: “En las últimas 6 semanas el ecommerce en Argentina avanzó el equivalente a 2 años, tanto en oferta como en demanda. El estudio revela que más de un 36 por ciento de las órdenes de compra de cada tienda pertenecen a nuevos compradores. El comercio online toma cada vez más protagonismo y tiene un rol fundamental en la economía argentina”.
El ritual es conocido. El descubrimiento del producto, el paso a añadir al carrito que se encuentra tentador, el pago a través de una tarjeta y la espera de llegada del producto. Al menos así se presenta desde el lado del comprador. Pero en el detrás de escena del vendedor ¿Cómo se adaptaron las cooperativas a este sistema?
Sabido es que desde ya hace un tiempo prolongado, y a partir del uso de las nuevas tecnologías, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) ha impulsado desde su organismo la digitalización de trámites. Un sistema, que aunque parezca ajeno, ayudó a las cooperativas para comenzar a familiarizarse con lo tecnológico y digital. Modernización cooperativa.
Otras instituciones han podido potencializar durante este último tiempo sus sitios web como también aplicaciones, principal vínculo de llegada al cliente en su contacto con el producto, como así también para el comercio que se ha dado a conocer. Por aquí pasa una de las grandes pruebas para las entidades, como marcamos anteriormente, la pantalla del dispositivo se transformó en el mostrador o góndola para enamorar los ojos del consumidor.
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Christian Abadia, jefe de Comercio Electrónico de la Cooperativa Obrera, en un artículo presentado por la entidad explicó el trabajo que hicieron desde la organización para adecuarse a las nuevas formas de ventas. “Tanto en CoopeHogar.coop (www.coopehogar.coop) como en La Coope en Casa (www.lacoopeencasa.coop) las operaciones crecieron exponencialmente. Cada servicio digital que fuimos desarrollando se afianzó de manera muy acelerada, motivando que proyectos que teníamos programados a largo plazo terminaran concretándose en días o meses”.
“En ambos canales digitales trabajamos en los procesos de mejora tecnológica y permanente innovación para lograr un mayor y mejor servicio, desde la plataforma del sitio web, la logística para la entrega en sucursal o envío a domicilio y la atención al consumidor, buscando lograr una buena experiencia de compra en todos sus aspectos”.
Como ya se dijo, “sobre gustos no hay nada escrito” y las variables en un consumidor pueden ser miles. No importa el qué, sino el cómo, por lo que la oferta de venta debería a priori convencer las necesidades del consumidor. Las ventas on line se presentan como una alternativa y oportunidad que el movimiento cooperativo no puede desaprovechar en este contexto de pandemia mundial.
Pablo Carletti - Mundo Cooperativo