*Por Aldo Norberto Bonaveri
El 5 del mes en curso tuvo lugar una memorable mesa redonda en teleconferencia, siendo sus principales contertulios el Secretario General de la Organización General de los Estados Americanos “OEA”, Luís Almagro y la Presidente de Cooperativas de las Américas, Graciela Fernández. Del evento participaron consejeros de los países asociados a la Alianza Cooperativa Internacional “ACI”, del continente.
El tópico principal abordado durante el conversatorio giro en torno a la aguda crisis social, económica e institucional, situación que empezó a vislumbrarse el año pasado, potenciándose enérgicamente con los efectos del coronavirus, repercutiendo en la economía de los países americanos en su conjunto un 6,2% del PBI, con lo que a la postre se traduce en millones de personas sumergidas en la pobreza.
Cabe consignar que la pandemia ha representado modificar los planes de la OEA, perturbando los postulados de su agenda para el desarrollo integral de la región, trascendiendo negativamente en la inserción social, el trabajo decoroso, el crecimiento económico, la democracia y los derechos humanos.
Ambas partes coincidieron que la mejor estrategia para contrarrestar los perniciosos efectos, radica en poner el mayor énfasis y profundizar los esfuerzos, en alcanzar los propósitos de la Agenda 2030, fundamentalmente en el objetivo 17 “ Alianza para el Logro de los Objetivos” , primordial, habida cuenta que como se observa en el cuadro siguiente, concebido como el factor insoslayable, para concretar los 16 anteriores.
Las alianzas de marras deben ser inclusivas, pergeñadas en función de principios y valores, con una perspectiva cooperada y, proyectos compartidos, privilegiando a las personas y ubicando al planeta en el foco. Para la obtención de los resultados deseados, será menester que dichas coaliciones se construyan desde el nivel mundial, continental o regional, nacional, provincial o estadual y zonal o local.
El conversatorio citado encarna la continuidad del acuerdo rubricado entre ambas organizaciones en de septiembre de 2019, documento que sentó los fundamentos y colaboración bipartita para el fortalecimiento del sector cooperativo a nivel global y hemisférico en materia de investigación, difusión y desarrollo de proyectos que apoyen al impulso integral vía la propagación y promoción del paradigma cooperativo en el continente.
El máximo referente de la OEA exhortó a los dirigentes cooperativos a dar respuestas expeditas en asignaturas de incidencia institucional y programas transcritos a políticas públicas, por otra parte expresó el apoyo al sector cooperativo desde la organización que lidera, propiciando la confección de una Declaración conjunta, tendiente a promover a las entidades de economía solidaria en las agendas nacionales del continente, como protagonistas esenciales para la salida a la actual crisis regional.
La titular de Cooperativas de las Américas, se mostró satisfecha por el favorable intercambio de iniciativas, destacando que los consejeros de la organización que lidera, lograron traducir nítidamente sus ideas e inquietudes propendiendo alcanzar consensos precisos, circunscritos con el Plan Estratégico 2020-2023 de la organización continental.
Para el movimiento es muy positivo y significativo que la OEA, personificada por su conductor, ratifique el contenido democrático del movimiento, reconociendo tácitamente los múltiples aportes al multilateralismo interamericano desde la consonancia del cooperativismo continental, a los efectos de asumir el rol que le corresponde en el desarrollo económico, social e institucional.
Oportuno resulta rescatar de los principales protagonistas el epilogo con aseveraciones textuales:
Dr: Luís Almagro: “Seamos ambiciosos con hipótesis de máxima, esperamos mejores condiciones para las cooperativas de trabajo en el hemisferio como instrumento de salida de la crisis y en ese orden buscar las mejores formas de posicionamiento político... Esperamos que la OEA pueda activar mecanismos multilaterales para ponerlos a disposición del sector cooperativo. Sean recursos humanos y financieros movilizados para abordar los desafíos, tanto inmediatos como a largo plazo”.
Graciela Fernández: “Esta crisis nos ha demostrado que si hay voluntad y liderazgo político se pueden lograr cambios a gran escala. El cooperativismo es la herramienta para la cooperación internacional y el desarrollo social y económico sostenible en las Américas”.
Antecedentes de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
En septiembre de 2015, los Estados Miembros de las Naciones Unidas la adoptaron, compuesta de diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible “ODS” cuya finalidad es la de proseguir con el trabajo iniciado en el año 2000 por los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La ambiciosa agenda propicia acabar con la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todo el mundo en 2030.
Reconoce de manera explícita que las entidades cooperativas juegan un papel esencial dentro del sector privado para alcanzar los ODS, generando una oportunidad para las cooperativas de posicionarse como socios de las instituciones globales, nacionales, regionales y locales para lograr el desarrollo sostenible.
El paradigma de negocio de las cooperativas se sustenta en la ética, los valores y los principios que asientan las necesidades y aspiraciones de sus miembros por encima del simple objetivo de maximizar los beneficios. Mediante la ayuda mutua y el fortalecimiento, reinvirtiendo en sus comunidades y en la preocupación del bienestar de las personas y del mundo en que vivimos, las cooperativas promueven una visión a largo plazo para el crecimiento económico sostenible, el desarrollo social y la responsabilidad medioambiental.
Habida cuenta las concordancias dadas entre el enfoque de las Naciones Unidas para un futuro sostenible y la del movimiento cooperativo, va de suyo que las cooperativas pueden contribuir eficazmente al logro de los ODS. Para alcanzarlo, requieren orientar su accionar con los esas premisas, del mismo modo con los propósitos e indicadores que realizaran un seguimiento sobre la cumplimentación de los Objetivos previos al 2030.
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A tal efecto la Alianza Cooperativa Internacional, máximo organismo global del movimiento, se ha comprometido a explicitar los ODS, auxiliando a las cooperativas a responder a la propuesta de actuación de las Naciones Unidas, recopilando la información pertinente sobre los aportes de las entidades solidarias para la Agenda de marras, propendiendo a optimizar el posicionamiento del sector.
Para concluir, con el propósito de reflejar los compromisos públicos asumidos por las Naciones Unidas, considero pertinente refrescar un párrafo categórico vertido en un informe presentado a la Asamblea General del organismo de diciembre de 2017, por el Secretario General de la ONU, haciendo referencia del potencial del cooperativismo para para contribuir al logro de los objetivos procurados: "Las empresas cooperativas se encuentran en una posición única para ayudar a promover la Agenda 2030. Son vehículos naturales para llevar a cabo la asociación colaborativa y el enfoque integrado y centrado en las personas que se requiere para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible".
* Aldo Norberto Bonaveri - Periodista y director del Pregón Agropecuario