Desde Mundo Cooperativo hemos decidido dedicar en este 2018, páginas al debate de las Energías Renovables en nuestro país. Como bien se conoce en el movimiento, el 30 de noviembre de 2017 se aprobó la Ley de Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Púbica.
La mencionada sanción, permite al prosumidor (acrónimo de productor y consumidor), sea de una vivienda, comercio, edificio público, fábrica o una pyme,
que inyecte energía a la red federal, por lo que estarían vendiendo su excedente.
Teniendo ya una legalidad sobre el tema, nuestro movimiento cooperativo debe estar a la vanguardia de la generación de energías renovables, logrando el consenso necesario para que sea el cooperativismo, sobre todo en el
interior de país, quien regule y tenga contacto directo con quienes generan los excedentes.
El futuro inmediato, por ejemplos internacionales, nos llevará a la generación “casera” de energías económicas y con excedentes, produciendo incógnitas a quienes por años invirtieron en equipamiento, infraestructura, mantenimiento y distribución de Energía Eléctrica.
¿Es hora de qué todo el movimiento cooperativo energético haga un punta pie inicial antes de perder terreno en el tema?, entendemos que sí. Casos concretos se han desarrollado en Europa, donde decenas de cooperativas comercializan la
energía renovable. El país Vasco, líder en energía verde, ya ha sumado 80 mil asociados al mercado, quienes optaron por una energía ecológica y con opción de poder revender en el futuro el excedente que puedan generar en sus hogares, ya que los electrodomésticos también poseen día a día tecnología de menor consumo, que hace que los paneles solares, por ejemplo, comiencen a ser rentables y exclusivos en la generación hogareña, sin necesidad de una red eléctrica de energía distribuida.
Te puede interesar:
Algo sumamente interesante, es el sentido social en el mercado rural al respecto. El cooperativismo debe ser quien llegue a cada sector alejado del radio urbano y pueda abastecer las zonas más productivas de nuestro país con la generación de energías renovables. Nuestras empresas deberían mostrar esa opción al sector, llevando energía verde a la producción de cítricos, al sector lechero, ganadero, agropecuario, azucarero, petrolero y a todos los generadores de materia prima a lo largo y ancho del territorio nacional.
Un punto a tener en cuenta, es la legitimidad de nuestras cooperativas en la distribución y venta de excedente, es decir, defender toda la infraestructura realizada con el esfuerzo de años, por donde podrán pasar las energías generadas en hogares o empresas afines. El movimiento debe tener en claro, reunirse y llegar a un acuerdo mutuo para jugar con reglas claras, con controles y con el orgullo histórico de ser quienes lograron satisfacer las necesidades de las comunidades cuando aún no se conocían energías diferentes a las que el futuro nos ha traído.
Desde nuestro periódico, seguiremos avanzando en el tema, conversaremos con especialistas en generación y distribución de energías renovables y llevaremos al lector un asesoramiento legal sobre la reglamentación de estas energías, para dar una mirada más clara y profunda al respecto.