Sofía Nicolino, una "treinteañera" cordobesa, es el vivo ejemplo de cómo el cooperativismo puede impregnar toda una vida y definir el rumbo personal y profesional de una persona. Nacida en Chucul, un pequeño pueblo del sur cordobés, su infancia estuvo marcada por el ambiente rural y el compromiso cooperativo de su familia, desde sus abuelos hasta sus padres, todos dedicados al campo y al trabajo conjunto en cooperativas.
Desde temprana edad, Sofía se involucró en el mundo cooperativo, participando activamente en la juventud cooperativa de Cotagro, una de las cooperativas agropecuarias más destacadas de Córdoba. Fue allí donde, a los 18 años, dio sus primeros pasos laborales y forjó vínculos que perduran hasta el día de hoy. "Para mí, el cooperativismo es todo, pasado y presente en mi vida", afirma Sofía, destacando cómo esta filosofía de trabajo en equipo y solidaridad permeó cada aspecto de su existencia.
Tras años de dedicación a Cotagro, en 2021 decidió embarcarse en una nueva aventura junto a su novio, mudándose a un campo en Ascensión, una localidad bonaerense cerca de Junín. Sin embargo, su conexión con el cooperativismo sigue siendo fuerte y palpable en cada proyecto que emprende. Actualmente, Sofía lleva adelante un emprendimiento de engorde a corral con novillos prestados por su padre, colabora en la granja porcina de la familia de su pareja y brinda servicios administrativos a productores y contratistas de la zona.
Fuente: InfoCampo