Cooperativa de Carcarañá
Referentes de la cooperativa de Carcarañá aseguran que el marco regulatorio del servicio de agua potable en la región debe ser adecuado a los tiempos que corren.
Mundo Cooperativo dialogó con el presidente y el director ejecutivo de la Cooperativa de Obras, Servicio Públicos Asistenciales y Vivienda de Carcarañá Limitada. (Coperaña), Horacio Olsena y Fabián Liberotti, respectivamente, quienes se mostraron disconforme con algunos artículos de la Ley Provincial N° 11.220/1994 Prestación y regulación de los servicios sanitarios en la provincia de Santa Fe.
“Tenemos una gran problemática con la ley N° 11.220 porque fue una norma que se promulgó en tiempos en el que el servicio del agua potable había sido comprado por un grupo inversor francés. Luego volvió a manos estatales, por lo que consideramos que es un ley obsoleta o a lo sumo deben revisarse y/o reformularse varios artículos de la misma”, aseguró Olsena.
La ley en cuestión, a través de la Gerencia de Control de Calidad (GCC), exige determinadas parámetros dentro de los valores del agua. En el caso del arsénico, reclama que su nivel dentro del agua potable no sea menor a los 0.045 miligramos por litros, ni mayor a los 0.050 mg/l.
Si la empresa encargada de distribuir dicho servicio no cumple con la norma, el artículo N°64 de la misma obliga a la entidad a “abastecer, complementariamente a el agua corriente por Red, mediante 5 litros gratuitos por habitantes al día (agua en bidones)”.
“Nuestro consejo directivo está al frente de la cooperativa desde hace dos años y medio. Desde el primer día tenemos como principal objetivo poder entregar el agua potable con los niveles de calidad requerido”, señaló el presidente de Coperaña, y agregó, “cuando agarramos la cooperativa el nivel de arsénico estaba en 0.090 mg/l y hoy lo bajamos a 0.051 mg/l, estableciéndonos dentro del margen de error permitido que es el 0.055 mg/l. Bajar los índices nos costó mucho, debido a que el equilibrio del agua lo generamos a través de un planta de ósmosis inversa, a la cual le tuvimos que cambiar el sistema de trabajo de todas las bombas para poder reducir el nivel de arsénico”.
En esta dirección, Liberotti subrayó: “La idea es llegar al nivel exigido (0.045-0.050mg/l), para ello estamos terminando la planta de abatimiento de arsénico como corresponde, la cual ya estaba hecha pero la dejaron en mal funcionamiento. Cuando logremos adecuarla, podremos disminuir la cantidad de arsénico y dar el agua en óptima calidad a toda la comunidad”.
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A su vez, Olsena enfatizó: “A los 5 litros que entregamos de forma gratuita todos los días, hay que sumarle la pérdida que nos genera trabajar con la planta de ósmosis inversa. De 1000 litros entregados se desaprovechan 700, es decir que solo se utiliza el 30% del agua que se le pone a la planta. Sumado a esto, tenemos el deterioro de la red de agua potable de la ciudad, la cual se ha realizado hace unos 30 años aproximadamente. Todo esto demuestra la magnitud de la pérdida económica que tiene diariamente la cooperativa, y que lamentablemente los costos del servicios se elevan por las pérdidas existentes”.
Por último, Liberotti remarcó que la cooperativa “además de prestar el servicio de agua potable ofrece el sistema de gas, cloacas y cuentan con 300 kilómetros de líneas de electrificación rural”. Y añadió: “al tener el servicio de cloacas, contamos con piletones de decantación para que esas aguas lleguen al río Carcarañá de forma oxigenadas. Además, la intención es utilizar el gas metano que producen estos piletones para transformarlo en energía renovable”.
La localidad de Carcarañá se encuentra 50 kilómetros al oeste de la ciudad de Rosario, y tiene aproximadamente 18.000 habitantes. Por su parte, Corperaña cuenta con 6.500 conexiones a la red de agua potable y 8.600 asociados.